Amoroso imsomnio
(Y los sueños, sueños son)

¿Qué bruja me sacude y me despierta
mientras tañe feroz su flauta el viento?

Me levanto del lecho donde cazo
una última inquietud en pleno vuelo.

¡Sobre un abismo de nieblas que fluyen,
columnas de humo sostienen mis sueños!

Me viene el manso Guadiana a la mente,
a esta hora tan temprana está durmiendo.

Por la calle abajo corre una sombra,
junto a una farola duerme su dueño.

Lejos y cerca las cosas descansan,
el amor y el odio e incluso los besos.

Despabilado como un mirlo al alba,
escucho tus pasos en el silencio.

El olor del café invade la casa,
tú sin saberlo me invades por dentro.

Aunque seas un amor en la distancia
y amando en la distancia me haga viejo,

que vengan mil mujeres a abordarme:
¡jamás ninguna usurpará tu puesto!

Orlando Santana Cabrera