Caminando

Un día más mis pies me llevan
camino del trabajo, mi cuerpo anda,
mi mente enredada en problemas,
sinsabores y ansiedades.

Caminando, de repente veo
una inocente criatura,
un universo roto
sobre una silla de ruedas.

Te sobrecoge, el corazón en un puño
queda y tus pensamientos cesan.
al lado de esa adorable persona
victima de la sagrada naturaleza,

un acompañante coge su mano,
el brazo y la silla de ruedas,
detecta su presencia y le cuida,
con semblante serio, pero sereno.

Observa sin la estúpida sonrisa
habitual, profundiza en sus ojos
y bebe en su manantial de paz,
de alegría interior y serenidad.

Su mirada armónica, conexión
con el universo de sabiduría,
dice algo muy especial y conduce
el alma a la paz más absoluta.

Lejos de inútiles y banales
preocupaciones, solo queda y observa
los momentos y el encuentro
en la sonrisa de su rostro.

Se perciben las estrellas,
te invade el firmamento
y descubres el mundo espiritual
tan olvidado que tienes en ti.

Gorrión