Al rozar con la punta de mis dedos
tu piel de mujer enamorada
has erizado mi piel y de deseo
has encendido un alma desbocada.

Te miro desnuda ante mi espejo
y siento en mi sexo que me llamas.
lo dejo que arda y ya contemplo
la hoguera de mi cuerpo en tu mirada.

Mis yemas se pierden en tus senos.
Mi boca en tu boca se atraganta.
Ya siento humedecerse tus deseos
que aceptan a mi sexo en plena llama.

Lo quieres…. Lo quiero……
Decimos mientras muerdes mi garganta.
Decimos mientras loco yo penetro
tu sexo de afrodita que me atrapa.

Lo quieres…. Lo quiero….
Ya no contenemos la riada.
Dos fuentes que desbordan nuestros sexos
Y manchan de blancura nuestras nalgas.

Me quieres…. Te quiero…
Desnudos nos besamos con más calma.
Sonrió… tú sonríes… ¡Gracias Cielo!
Dos cuerpos se entrelazan hasta el alba.