Era diciembre y jugaban
los charcos a quedarse congelados.
De blanco se mostraban escarchados
los setos que el camino decoraban.

Te quiero preguntar que si me quieres.
¡Qué frio! Al instante contestabas.
Tus manos en las mías se enlazaban
y entonces preguntabas ¿Tú que crees?

El suelo se vestía de amarillo,
las hojas caían de los abedules
y Un cielo con sus tonos más azules
nos hacía soportar el mucho frio.

Te quiero preguntar que si me quieres.
¡Que frío! Si es que el sol no calentaba,
decías, junto a mí te acurrucabas
Y entonces preguntabas ¿Tú que crees?

Hoy la niebla se coló por mi ventana
y he vuelto a recordar aquel diciembre
que el tiempo ha guardado para siempre
en un lugar seguro de mi alma.

Te quiero preguntar que si me quieres.
¡Te quiero! Oírtelo decir yo deseaba.
Hoy siento tu mirada enamorada
Me vuelve a preguntar ¿Y tú que crees?