El nido vacío

Y ya te ves gorrión independiente
buscando una lombriz en el camino
y no volantón que salta el nido
y sólo vuela de forma intermitente.

La caza matutina ha terminado
y un cigarrón le trae en el pico
mamá pardal orgullosa al gorrioncillo
al que imagina impaciente y asustado.

Se le ha volcado el alma al acercarse
y no escuchar el piar atropellado
que siempre le dedica al ausentarse.

Un graznido fatal del lacerado
corazón que se ha roto al encontrarse
tu nido y su nido abandonado.

Pedro Moreno