Galicia llora, el mar muere

La mujer llora desde la orilla
llena de aves muertas,
el fatal desenlace que se repite
en nuestras pupilas ahogadas.

Dedos de negra inmundicia
se dispersan por su faz desangelada,
mientras las mentiras vuelven
y las excusas palidecen en su alma.

No queda vida en su vientre
y su llama se apaga,
sus labios enmudecen
su corazón se para.

Mujer de mil formas que
moldeas Galicia con tu mirada,
a veces tierna, a veces amarga.

¿Qué puedo hacer por ti, mi amada?.

Pues no quiero verte morir en silencio
ni que seas silenciada;
deseo que vuelvas a sonreír
llena de vida y esperanza.

Mujer que eres mar
donde retozan los peces;
mujer que eres cielo
surcado de sueños.

¿Qué puedo hacer por ti? O es qué acaso sólo hay silencio
en tu boca,
y rabia en tu pecho.
O es qué acaso es verdad que no queda vida en tu vientre
y que tu llama se apaga.

¿Qué puedo hacer?.

¿Qué puedo hacer por ti, mi amada?.

Miguel Ángel Alonso Diz