La estatua

La primavera ya ha pasado
mientras graznaba el cuervo
que anunciaba un pronto final;
que anunciaba un azul invierno
de blanco satén vestías;
de espuma y sal eran tus cabellos.

Lejos me llevaron tus olas
y sin darme un respiro
ya estaba mar adentro
me zarandeaste sin piedad
fue muy breve y lento,
se me cristalizó el pálpito
y ya no lo siento.

Soy una estatua de piedra
con grietas sibilantes
por las que pasa el viento
que me cuenta historias de amor,
que se tornaron en humo
y se elevaron al cielo

Diego Señor