Recordando a Garcilaso

Aguas cristalina del naciente arroyo
que recoge en la montaña hielo y nieve pura,
antes de que el tiempo aumente tu caudal
y reduzca su hermosura.
Refeljadla a ella.

Primaverales aves que surcáis
el inmenso bosque y en concierto
de bella e incompuesta música llenáis
con vuestros celosos trinos el viento.
Cantadle a ella.

Caprichosa y verde hiedra que engalana
al árbol que se alza robusto y orgulloso
y vemos que su copa roza el cielo
hundiendo sus raíces en el lodo,
antes que el otoño vuelva ocres vuestras hojas
y vaya menguando la luz que dan sus ojos
abrazadla a ella.

Que quiero ver su imagen reflejada
meciéndose en la música del viento
que el verde de tus hojas engalana

Sentado estoy en mi capa de romero
queriendo admirarte como a diosa
efímera de un instante nuevo
antes de que el tiempo te convierta
en bella mortal y en eterno sueño.

Pedro Moreno Corpas