Silvia Levenson
La exposición que recoge este catálogo posee un título intencionadamente ambivalente: "Silvia Levenson. Vetroricerca". Por un lado destaca las obras de esta gran artista y su continua investigación en el campo del vidrio (vetro-ricerca, vidrio-investigación), y por otro hace referencia a la Escuela Vetroricerca GlassModern de Bolzano, con cuyos alumnos Silvia Levenson -profesora de esta Escuela del norte de Italia desde 1996- realizó una experiencia particularmente interesante que tuvo como resultado algunas obras que acompañan a las suyas en esta exposición.
Silvia Levenson (Buenos Aires, 1957) emigró con su marido y sus dos hijos de corta edad a Italia en 1981, huyendo de las atrocidades de la dictadura de Videla. En 1987 descubre el vidrio como material de riquísimas posibilidades expresivas durante la visita que realizó a una exposición de Bertil Vallien en Nueva York. A partir de entonces realiza algunos cursos en Suiza y Sars Poteries, Francia.
En 1990 abre su propio estudio y, como sucede con tantos artistas, será el tiempo y la práctica -los errores- los que le hagan dominar el material. Sus piezas están fundidas en moldes con la técnica de la cera perdida, siendo muy escaso el trabajo posterior en frío, ya que no busca el efectismo estético del vidrio, sus juegos de luz, sus brillos... El vidrio es para Silvia Levenson un material de ámbito doméstico, integrado en el conjunto de objetos anónimos que nos hacen más fácil la vida cotidiana. Al descontextualizarlo para convertirlo en cuchillos, zapatos, bolsos o maletas, adquiere la fuerza del discurso que sostiene. Esto es algo que distingue a Silvia Levenson de otros artistas del vidrio: que sus obras parten siempre de una idea, de un concepto a trasmitir; para ella, los objetos, sean o no de vidrio, actúan meramente como vehículos de expresión.
Trabaja realizando series, con sus variaciones. Los temas de sus obras son, bien grandes cuestiones generales como la emigración, la represión dictatorial, la huida, los viajes, etc., bien asuntos más íntimos y domésticos como las relaciones fraternales, las tensiones familiares, la agresividad, las decepciones personales, la violencia de bajo perfil... tratados todos ellos con una marcada vinculación autobiográfica, lo que les imprime fuerza y les otorga veracidad.
Sus obras, por lo general, se componen de un grupo de piezas formando instalaciones narrativas, con el apoyo o no de material multimedia. El título que las acompaña suele ser clave para su correcta lectura.
Los medios de expresión de Silvia Levenson son la ironía –a veces el sarcasmo- y la presentación de cuadros y situaciones absurdas o ridículas. En su mordacidad sin límites y en el humor negro, seco e inteligente, reconocemos su origen argentino. En alguno de sus trabajos más dramáticos, como "Plaza de Mayo" (obra de 2002), no recurre a la representación del drama de forma expresa y cruenta sino de un modo sutil; de hecho, al principio cuesta ver esta obra pero a los pocos segundos el observador reacciona y aparece un miedo envolvente, un miedo psicológico.
En la misma línea se encuentra una de sus obras más celebradas y recientes, la titulada "Están lloviendo cuchillos". Cada año el Corning Museum of Glass realiza un encargo a un artista para que ejecute su propio proyecto, el cual queda luego en la colección permanente del museo. Es el prestigioso Rakow Commission. Pues bien, "Están lloviendo cuchillos" fue el Rakow Commission de 2004.
Se trata de una instalación de 120 x 120 cm., donde 60 cuchillos fundidos en vidrio amenazan con caer sobre lo que parece ser un apacible barrio residencial representado por unas cuantas casitas unifamiliares sobre un tapete de césped artificial. Una amenaza latente se cierne sobre el hogar, sobre la parte más privada y segura del individuo. Es un miedo imaginado, que no podemos ver pero que acecha en el exterior.
Su última exposición individual, el pasado otoño, en la Galería Bullseye Connection en Portiand, Oregón, llevó por título "Te veo un poco nerviosa". En ella se mostraban diversos objetos bélicos -granadas y pistolas- fundidos en vidrio con un bonito color rosa.
Las tres instalaciones que Silvia Levenson ha seleccionado para esta exposición en el MAVA son paradigmas de las series de obras a las que pertenece cada una. "Natale con ituoi" (2003) es de la serie Canibalismo de los sentimientos, la misma de "Están lloviendo cuchillos". "Piccolo Ulises" corresponde a la serie Puntos de apoyo. Por último, "Cuídate", que pertenece a las serie Sea feliz, reflexiona sobre los errores repetidos cuando nos convertimos en padres.
María Luisa Martínez Directora del MAVA |
Vetroricerca
Desde siempre hemos usado el vidrio para preservar alimentos y bebidas. Tarros y botellas conservan la fruta, las verduras, los vinos.
El vidrio, inalterable, conserva la memoria de la Naturaleza.
Es precisamente de algo tan simple como esto donde nace "Memorias de vidrio", donde la creación de las obras es sólo el último paso de un recorrido fascinante rico en experiencias y tensiones emotivas.
Todo comenzó cuando le pedimos a nuestros estudiantes que se enfrentaran con la vivencia de los huéspedes de la Residencia de Ancianos Villa Armonia. A los ancianos se les exhortó para que nos contaran sus recuerdos y anécdotas, tratando de interpretarlas usando el vidrio como material, para guardar y conservar esta memoria. De este modo los estudiantes usaron sus conocimientos técnicos para realizar objetos que tenían una historia, un pasado. Hemos explorado una nueva forma de crear relaciones en la esfera social: a partir de una serie de encuentros, la memoria de estas personas se ha convertido en palabra, en gesto, y sus recuerdos han atravesado el umbral de la residencia de ancianos para transformarse en objetos, instalaciones y obras de arte. Su memoria ha sido nuestro impulso, objeto de discusión y reflexión dentro de la Escuela.
Este proyecto no nació de certezas, de hecho no sabíamos donde nos llevaría, sino de una serie de preguntas. ¿Qué sucede con nuestros sueños y recuerdos? ¿La diferencia de edad nos hace tan distintos? ¿Qué significa envejecer en una sociedad que privilegia la juventud física como valor absoluto? De esta forma ha nacido un largo trayecto dentro del cual se han superpuesto culturas diversas, recuerdos y esperas como múltiples capas de la propia piel.
Vetroricerca es una escuela especializada en la elaboración del vidrio pero por una ocasión nos hemos encontrado hablando de nosotros mismos y de nuestras perplejidades incluso cuando hablábamos del Sr. Mario, de las Sras. María, Ángela y Vittoria, de Rosa, Teresa y Antón. Y hemos quedado encantados de sus historias de viajes, vacaciones en tienda, fugas para ir a bailar, perfumes de sopa, de músicas que ya no se escuchan y de instrumentos musicales inventados sólo por el placer de bailar y estar en compañía.
Creo que el arte sirve también para esto: para hacer visible aquello que no lo es, aquello que es evanescente.
La obra documenta el camino que hemos recorrido. Ha sido un fragmento de viaje realizado en compañía. Gracias de todo corazón a los huéspedes de la residencia de ancianos que han decidido hacerlo con nosotros. Enhorabuena a los estudiantes que han sabido recoger la esencia de historias y memorias, filtrándolas a través de su propia (más breve) experiencia.
Silvia Levenson |