![]() | VISIONES en el 10º aniversario del MAVA |
El MAVA cumple una década. En octubre de 1997 se inauguró el museo y en marzo del 98 tuvo lugar la primera exposición temporal: Volumen y Forma. 17 escultores de vidrio contemporáneo en España. Casi diez años más tarde, hemos querido reeditar la idea de exponer la obra de autores que residen en nuestro país y se expresan con vidrio. Intencionadamente ninguno de los artistas que entonces compusieron Volumen y Forma ha sido de nuevo convocado en Visiones. Esto es así, por un lado, porque la trayectoria de los autores de Volumen y Forma - transcurrida una década- ha sido muy desigual y, por otro, porque nos ha parecido más interesante exponer la obra de artistas que se han incorporado al mundo del vidrio en estos últimos años, trasladando sus distintas y novedosas visiones. Como suele ser habitual, la heterogeneidad de las propuestas es la nota dominante. El vidrio, lejos de dar como resultado obras de arte de apariencia similar se reafirma como un material con posibilidades de aspecto y aplicaciones infinitas, al servicio, unas veces, de obras apegadas a su esencia vidriera y otras despegada de ella, conceptuales. Así las piezas firmadas por Flyppy y Javier Borgoñós, Igor Obeso, San Juan y Rafael Abdón, nos aportan la visión de los que trabajan el vidrio con un concepto profesional, por encargo, con independencia creativa pero sometidos al mercado. En estas obras la presencia del material vidrio se impone por encima de cualquier otra lectura o interpretación.
Pez Globo y Nido de viborillas, esta última realizada ex profeso para Visiones, son obras llenas de gracia, humor y fantasía. Como los son las piezas monumentales que realizan para plazas y rotondas de muchas ciudades y poblaciones de la Región de Murcia y Andalucía. Las dificultades técnicas inherentes al gran formato son recibidas por Flyppy como retos a superar de los que sale airoso. La gran araña en la fachada del Museo Ceutimagina, el Pez en una rotonda de Murcia y sobre todo la gigantesca escolopendra que asciende por una vieja chimenea industrial en Ceutí-Murcia, son ejemplos de ello.
El equilibrista, una de las piezas que exponemos, es una obra en la línea de su Garrak-Llama de fuego que obtuvo mención del jurado en el Primer Certamen Internacional de Escultura en Vidrio que organizó el MAVA en la primavera pasada y que forma parte ya de la colección del museo. La segunda obra, el mural Siempre hay un pez mas grande, es la pieza que Igor ha preparado para esta exposición. En ella ha mezclado elementos de vidrio soplado y planchas de vidrio fusión sobre estructura metálica. La visión sarcástica de la realidad que trasmite esta obra viene contrarrestada por el desenfado de su tratamiento.
Por su lado y a pesar de su juventud, Rafael Abdón es ya maestro soplador. A esto ha contribuido claramente no sólo el haber nacido en una localidad vinculada tradicionalmente al vidrio sino también el ser hijo de vidriero soplador. Rafael Abdón representa la tradición, ha recogido el testigo de su progenitor y éste del suyo, conformando eslabones de una cadena que se remonta en L'Olleria al Siglo XVI. Del trabajo en colaboración entre ambos ha surgido la obra Chihuleando, un homenaje a las formas orgánicas del americano Dale Chihuly, impulsor como pocos del Studio Glass en todo el mundo. Con cuatro metros de alto y más de tres de diámetro, esta imponente pieza esta compuesta por unos 900 elementos de vidrio soplado ensartados en una estructura metálica que hace de espina dorsal. La obra nos recuerda a la pieza de Chihuly que preside el vestíbulo del Victoria and Albert Museum de Londres, pero también a piezas mas clásicas como las lámparas venecianas del siglo XVII -sin duda inspiradoras del americano- con sus sinuosos brazos, o las obras del veneciano Lucio Bubacco.
El segundo grupo lo forman las obras realizadas por Philippa Beveridge, Joaquim Falcó y Marixel Tembleque, Maribel Navarro, Fernando Conejo y Fernando Torre. Son los representantes de lo que en ocasiones hemos llamado Vidrio Nuevo o New Glass en España. Son artistas que en su momento eligieron el vidrio como material idóneo con el que expresar sus inquietudes y trasladar su visión del mundo. Curiosamente, y sin haber sido consensuado, el tema de la vulnerabilidad sobrevuela la mayor parte de las obras que nos han presentado a esta exposición del 10° Aniversario. La necesidad de protección del individuo frente a agresiones tanto físicas como emocionales e incluso intelectuales se encuentra presente de forma recurrente en muchas de ellas.
Los Human Shielfs son corazas femeninas donde la autora incorpora motivos e imágenes de los temas y reflexiones recurrentes en su obra: la Historia y sus asociaciones, la memoria, lo efímero. Construye una realidad imaginada por la que nos traslada a un universo de alusiones, de sugerencias, de romanticismo y poesía. Sus petos, al igual que las armaduras medievales, tienen un doble valor de protección y de moda, de vestido, de representación de status. Si las Human Shielfs son corazas para vestir y lucir encima de la ropa, Courage es una "prenda" de interior, es una protección doblemente invisible cuyo objeto es dar "fuerza interior", valentía y arrojo al que lo porta, como un amuleto, una defensa mágica o talismán.
Creativamente su obra se resiste a ser encasillada: diseño de joyas y objetos de mobiliario, instalaciones y esculturas, en solitario y en equipo. Está abierto y receptivo a todo. A la presente exposición presenta dos Grupos parasitarios, formas que dan realidad corpórea a los miedos y recuerdos que se adhieren en la memoria como parásitos del individuo que actúa de huésped involuntario. El autor nos alerta además de que estos grupos parasitarios están en ocasiones fosilizados en nuestro sistema limbico, unas veces alerta ante nuestra presencia y otras simplemente inmóviles y desafiantes. La simplicidad de sus formas unicelulares se contrarresta con su numero y poder de destrucción, trasladándonos una inquietante sensación de amenaza indefinida.
"En algunos mitos fundacionales sobre el origen del mundo la creación es fruto de la acción combinada del espíritu y la palabra.
Utilizando las seis piezas que conforman la obra como fases del mismo discurso la autora investiga su yo y reflexiona sobre el desdoblamiento del ego. Como suele ser habitual en Maribel Navarro, sus obras están muy bien resueltas desde un punto de vista técnico, mostrando sus profundos conocimientos en numerosas técnicas de trabajo en vidrio: termoformado, esmaltes, rojo al cobre, oro coloidal, plateado, serigrafías, etc.
Con /Stop/ Fernando Torre nos llama la atención sobre la necesidad de protegernos con responsabilidad, no ya sólo de las agresiones físicas sino sobre todo de las intelectuales, Nuestra inteligencia se encuentra sometida cotidianamente a fuertes ataques externos. El individuo conoce y sabe de estas agresiones pero sólo se protege con un frágil casco de vidrio. Hemos perdido la capacidad crítica, la duda y la inseguridad, la búsqueda de la respuesta propia fruto de una investigación personal. La comodidad, la accesibilidad a respuestas fáciles, la constante apelación a la falta de tiempo hace que aceptemos sin cuestionamientos la información que nos llega a través de los medios de comunicación de masas. ¿De qué sirve reconocer que ésta es una realidad si luego no hacemos nada para repararla?, ¿De qué sirve ponerse un casco de vidrio ante el duro asfalto?
Por ultimo, en el otro extremo de este pequeño abanico de visiones encontramos la obra de Miguel Soler. Un autor que utiliza elementos de vidrio sólo en algunas de sus obras y que se sirve de objetos de vidrio de uso cotidiano: botes, botellas, tubos, bombillas, etc. para construir su discurso creativo.
Soler recorre libremente diversos caminos creativos que van desde la instalación al video, la fotografía, las impresión láser, impresión digital, y otras cientos de técnicas más, unas simples y otras muy sofisticadas. En esta colectiva nos presenta tres obras en su línea de fría conceptualidad. En observación es una instalación compuesta por la impresión digital de ojos sobre envases clínicos. El vidrio en tanto que contenedor transparente y aséptico, limpio de interferencias y clínicamente aislado le sirve para encerrar los ojos del observador perennemente abiertos, alerta. La imagen del ojo es un elemento recurrente en la obra de Soler, también esta presente en Identidad vigilada, instalada en el torreón circular de nuestro Castillo. En este caso son tubos de ensayo, a los que se le ha incorporado una fuente de luz, los que cuelgan e iluminan los ojos solitarios adheridos al muro circular. Ojos sin rostro, metáforas del perpetuo control sobre vidas ajenas, de la cámara de videovigilancia en constante grabación. Sin embargo los ojos de Miguel Soler no son amenazantes, no escrutan ni juzgan sólo miran, de modo que permiten una interpretación mas positiva: los tubos de ensayo iluminan como antorchas la cueva del intelecto del hombre haciéndole capaz de inventar cosas maravillosas. Tanteos frágiles I, II, III es la tercera obra de Miguel Soler en esta exposición, la que ha realizado con ocasión del 10° Aniversario del MAVA. Un video o mejor tres videos de 5', 11 '20" y 5' respectivamente que, como su nombre indica, son tanteos o exploraciones tanto formales como conceptuarles dentro de su trayectoria. Se trata de acciones dentro de una planta de almacenaje para el reciclado de vidrio, en ellas, Soler juega con la fragilidad de los materiales de una forma violenta y armónica. Interviene en el medio acusando la reflexión entre la delicadeza y la peligrosidad de éste. El sonido es pieza clave en todo este engranaje, botellas estallando contra una montaña de millones de éstas, el crujir de cristales con los que el autor jugándose la vida pisa de forma marcial violentamente. | |
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